Adoraba la noche, era un bestia de la noche,en parte por mis habilidades tenebrosas, y por la otra, yo viví durante mucho tiempo en la oscuridad. No sabía dónde ni por cuanto tiempo estuve allí, sólo sabía que existía y era todo lo que tenía.
ya era pasada la media noche cuando arribé al punto de encuentro, había quedado con los de mi clan, Gaia Emperor e Issys Alaguer, para ver lo que habíamos obtenido cada quién en nuestra búsqueda.
Aunque era parte de ese clan, yo era más bien un caza recompensas que un guerrero. Me gustaba obtener beneficios de mis misiones, y chance uno que otro extra en objetos místicos o valiosos.
No era mucho el tiempo con el que he estado con mis dos compañeros, así que no sabría describirlos, sin embargo, sí sabía que eran buenas personas esos dos tigres. A veces me preguntaba yo mismo si eran gemelos.
Me senté en una mesa en uno de los rincones más oscuros de la taberna. En el lugar ya había poca gente, de los pocos briagos que se amanecían ya en esos lugares. El dragón estaba en el mostrador, limpiando y haciendo relucir las copas y los vasos, sin preocuparle en absoluto quién quedara o no.
-¡Camarero, una copa de sake por favor!-dije con voz grave para ocultar mi identidad.
El dragón me observó y se fue a preparar mi bebida. Yo me quedé viendo la puerta, esperando a mis compañeros...